Goya y Fabelo

Durante la inauguración de la exposición. De derecha a izquierda, Jorge Antonio Fernandez: Director del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba. José Luis Rodrigo Escrig: Director General de la Fundación Ibercaja. El artista Roberto Fabelo. Andrea Levy Soler: Delegada del Área de Gobierno de Cultura Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid. Marisa Oropesa: Gestora cultural. Emilio del Rio Sanz: Director General de Bibliotecas, Archivos y Museos del Ayuntamiento de Madrid y Mario José Hernández: coleccionista y representante del artista Roberto Fabelo. Foto: Daniel Pérez

"Mundos. Goya y Fabelo" se expone del 15 de febrero al 30 de julio de 2023 en el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, aunque fue inaugurada inesperadamente el 14 de febrero. Ese día, huyeron de la sala de exhibición 6 de las 12 piezas que componen la instalación Sobrevivientes, y se apoderaron de la fachada de Casa de América en una adaptación site specific que no solo sirve de escaparate de la Exhibición en el Centro Cultural sino que funciona como una Colateral de la Feria de ARCO. 

Goya y Fabelo

Instalación Sobrevivientes. Fachada de Casa de America. Foto: Daniel Pérez

La exposición está auspiciada por el Ayuntamiento de Madrid y la Fundación Ibercaja que pone frente a frente dos visiones: la del gran pintor español Francisco de Goya con sus series Los Caprichos y Los Desastres de la guerra ( 1ra Edición, propiedad del Museo Goya) y la del  artista cubano Roberto Fabelo 

En ella se plantea un diálogo entre 160 grabados del pintor aragonés y diversas piezas de Fabelo. A pesar de que entre los dos artistas median más de 200 años y un océano de distancia, son muchas las coincidencias entre ambos por su forma de entender el mundo que nos rodea y plasmarlo con obras impactantes, a ratos ácidas, a ratos poéticas, que difícilmente dejan indiferente al espectador.

Como manifestara,  el director del MNBA, Jorge Fernández, en su ensayo para la ocasión: 

Como Goya —y desde la profunda admiración que siempre le ha profesado—,Fabelo juega en sus obras con los recursos misteriosos y absurdos de los sueños, además de recurrir también a animales y figuras humanas por igual para plasmar la barbarie, el horror o el atraso. Fabelo, al igual que Goya, no se aleja de su contexto: sus elucubraciones personales están vinculadas a las conmociones sociales de su época. Son, a la vez interrogantes que se plantea sobre sí mismo y cuestionamientos acerca de la propia validez o eficacia de lo que él mismo crea.

En ambos casos, la inspiración surge del contexto en el que viven los artistas, para luego crear obras que trascienden el lugar y el momento al que se adscriben y ser portadoras de un significado universal.

La muestra tiene además el valor de ser la primera monográfica de gran relevancia protagonizada en España por el artista, con una gran cobertura mediática que va desde las pantallas de Callao City Lights, banderolas que recorren toda la Calle Princesa hasta el Congreso y cientos de mupis. 

Con más de una decena de piezas en exhibición en ella descubrimos una trayectoria de casi cinco décadas de una amplísima creación artística que abarca prácticamente todas las manifestaciones de las artes visuales: pintura, dibujo, ilustración, grabado, instalaciones y escultura.

Además de óleos, instalaciones, polípticos sobre papel Kraft de gran formato, destacan tres  instalaciones: la primera, Liderazgo, que se puede apreciar en el patio del Centro Conde Duque, que agrupa 21 esculturas multicolores de rinocerontes para reflexionar sobre la naturaleza de quienes dirigen nuestras sociedades y su capacidad de influencia sobre la masa.

Goya y Fabelo

Instalación, Liderazgo. Patio Norte del Centro Cultural Conde Duque. Foto: Daniel Pérez

 

La segunda, Sobrevivientes, muestra diferentes esculturas de cucarachas gigantes con caras humanas. Además de un homenaje a La Metamorfósis de Franz Kafka, puede interpretarse como una advertencia acerca de los riesgos que entraña dejarse seducir por el ego y el poder al tiempo que nos olvidamos de nuestra naturaleza humana. Esta instalación tuvo una gran repercusión en 2009 cuando se expuso en la fachada del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba con motivo de la X Bienal de Arte de La Habana.

Goya y Fabelo

Montaje de la instalación, Sobrevivientes, durante la X Bienal de La Habana. 2009

Goya y Fabelo

Durante la inauguración en el Centro Cultural Conde Duque. Instalación Sobrevivientes, de derecha a izquierda, Iñigo Aguirre Larraz: Gerente jefe Madrid Fundación Ibercaja. Mayte Ciriza: Directora de Cultura de la Fundación Ibercaja y los antes mencionados: José Luis Rodrigo Escrig, Marisa Oropesa, Roberto Fabelo, Emilio del Rio Sanz, Mario José Hernández y Jorge Antonio Fernández

La tercera, Torres, ya había sido expuesta en el J.F.Kennedy Center para las Artes Performáticas en Washigton D.C en el año 2018

Mundos. Goya y Fabelo es fruto de la reflexión de la prestigiosa gestora cultural Marisa Oropesa, del coleccionista y representante del artista, Mario José Hernández, además del director del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, Jorge Antonio Fernández Torres

Los tres han puesto en común su dilatada experiencia y amplio conocimiento para comisariar una exposición que ofrece una perspectiva sobre algunos de los aspectos más relevantes de nuestra época.

Para Marisa Oropesa, Fabelo es “un personaje indispensable en el panorama artístico actual”. “Sus obras conforman un modelo de estética nacional, donde las raíces cubanas tienen una importancia indiscutible y la imaginería de su cultura le dota de una fuerte personalidad”, explica.

“Al igual que Goya o que el pintor satírico costumbrista William Hogarth”, comenta, “Fabelo recurre a los animales para captar aún más nuestra atención. La poética de la cultura cubana y su voracidad como lector son las fuentes de inspiración del realismo fantástico que construyen su universo plástico, compuesto por un bestiario de insectos humanoides, personajes grotescos y seres mitológicos”.

“Cuando nos sumergimos en el arte de Fabelo, estamos en definitiva ante un artista que toma el testigo de grandes maestros para plasmar el mundo de los sueños, creando un universo propio donde lo onírico se une a la tradición, en una imaginería plástica cargada de emociones, poder y libertad”, concluye.

Jorge Antonio Fernández Torres, comenta por su parte, que “son muchos los estudiosos del arte que han comparado a Fabelo con la última etapa de Goya”. Según él, las deformaciones que realiza el pintor aragonés para acentuar el drama de la narración son precursoras del movimiento abstracto en el arte. “Goya no se queda sujeto a una enmarcación espacio-temporal. Su legado trasciende el romanticismo para penetrar en una figuración que alcanza nuestros días. Como en la metafísica, lo sustantivo y lo universal están presentes es su obra”.

“Fabelo al igual que Goya, Daumier o Hogarth, necesita sentir el peso de la ilustración. Es como si el crayón o el grafito fueran una cámara que no deja escapar el instante que lo sorprende. Esta misma comparación entre los artistas nos lleva a afirmar  que Fabelo no se ha eximido de su contexto. Sus elucubraciones personales no pueden convivir al margen de las conmociones sociales. Sus microrrelatos superan las fronteras”.

“Esta exposición favorece un espacio de contrapunteo entre la obra de Fabelo y la de Goya, hay un lenguaje que emerge más allá de épocas, escuelas, enseñanzas y que es para toda la vida. Estamos seguros que si Fabelo no hubiera visto y sentido de cerca las obras de Goya, sería un artista distinto”.

En línea con la idea de lenguaje universal que ha desarrollado Fabelo, Mario José Hernández destaca la dimensión internacional que ha adquirido la obra del artista. “Fabelo en esta exposición nos acerca a dilemas clásicos que han atravesado los siglos, como el comportamiento humano ante el contexto en que vive, la perseverancia por la subsistencia, los males de la guerra, la necesidad imperiosa de evitar las confrontaciones y de preservar la naturaleza. Y lo hace de una manera y con un talento que me hace recordar al afamado crítico Neoyorquino Donald Kuspit cuando dejaba plasmado en su ensayo para Christie’s New York: “Si la tarea del arte posmoderno es integrar el arte tradicional y el moderno, entonces Fabelo es un artista posmoderno maestro”.

“Por ello no es de extrañar que cada vez más instituciones de todo el mundo dirijan su mirada y muestren un interés creciente hacia las creaciones del artista cubano. Saben que están ante un espíritu que explota lo onírico y lo delirante para, desde el exceso, trascender espacio y tiempo. Roberto Fabelo logra una vanguardia en garantía de trascendencia”.