Antro excavado, 2013
La filiación expresionista de Fabelo se empata con la tradición occidental que ha ido trazando hitos desde los grabados de Alberto Durero, las abismales composiciones de El Greco y los caprichos de Goya. Pero también se relacionan con la sensibilidad barroca latinoamericana, que nos llega tanto en la arquitectura vernácula como en la eclosión poética de la literatura de Alejo Carpentier y Gabriel García Márquez.
Las criaturas de nuestro artista pueden perfectamente ser cantadas en las coplas de los trovadores trashumantes de la Guajira caribeña, o poblar las visiones de los seguidores del rito acuífero de Antoñica en los valles intramontanos de Pinar del Río, u obedecer a las reglas de la licantropía tropical del vudú haitiano, o alimentar las fábulas de los narradores de la literatura de cordel nordestina.
Con esto quiero decir que lo cautivante se hace estremecedor ante la gestualidad profana de esos cuerpos voluminosos y excesivos, ante la actitud irreverente y blasfemante de tales criaturas.
En Anatomía de Fabelo, el retablo fabeliano se complejiza al dialogar con páginas impresas sobre las cuales desata su portentosa imaginación. Los que conocen al artista saben que es un dibujante compulsivo. Ahora, con plena conciencia del acto creador, ha intervenido las páginas del Tratado de Anatomía Humana, del médico francés Leo Testut, publicado por primera vez en 1887.
El resultado es sencillamente asombroso. En mi caso, dos tintas me parecen dignas de admiración y estudio: Músculo redondo mayor sobredimensiona la descripción anatómica original al punto que a partir de una sección del glúteo surge esa fusión de mujer, pájaro y cuadrúpedo que nos remite por analogía a los seres macondianos tan caros al pintor. Otra tinta,La confusión se comete fácilmente logra la fusión más completa entre el original y su recreación: de los huesos de las extremidades inferiores a la metáfora visual, el tránsito es orgánico y sorprendente.
La confusión se comete fácilmente, 2014
Músculo redondo mayor, 2013
La exposición en el MOLAA presenta, además, algunos de los más recientes grandes lienzos de Fabelo, sobre la nocturnidad promiscua del Malecón habanero, y parte de una serie en la que también experimenta de modo audaz con el soporte, al dibujar sobre superficies bordadas de seda.
Malecón Barroco, 2013
Anatomía de un pensamiento, 2014
Todo esto lo ha conseguido Fabelo bajo la regla de oro de un dibujante ejemplar, y este es quizá otro de los motivos más atractivos de su obra. La defensa del dibujo es un paradigma. Comparto lo que al respecto ha apuntado Llilian Llanes en el catálogo de Anatomía de Fabelo: “El dibujo constituye una forma de creación cuya carga expresiva se inunda de una espiritualidad y una poesía muy personales”.
Tomado de: http://www.granma.cu/cultura/2014-09-25/anatomia-sobre-seda